Se cumplió en Bucaramanga el Torneo regional de Tenis para matrimonios, un evento bastante singular en el que el principal requisito, además del talento, era fortalecer los lazos de unión a través del deporte blanco.
Existen diversas formas de fortalecer y consolidar un matrimonio, y el deporte blanco se constituyó en una de ellas. Esta vez la unión marital no estuvo centrada en los hogares, en un seminario para parejas o en las tradicionales lunas de miel.
En esta oportunidad, la raqueta, una cancha de polvo de ladrillo y por supuesto, un poco de talento, fueron los ingredientes especiales para 30 parejas que tomaron parte del Primer Torneo interno para matrimonios, que se cumplió en el club Campestre de Bucaramanga.
Claro está, matriarcado es matriarcado y tanto en la cancha como en el hogar, ellas son las que ponen las condiciones.
Desarrollar actividades significativas en pareja, hace que la relación sea especial y esta terapia parece haber tenido un rotundo éxito.
Dicen las sagradas escrituras que hasta que la muerte los separe, o mejor, en este caso sería hasta que el cansancio y el último set los agote. Ah, eso sí, más allá de perder o ganar, quedó evidenciado que el matrimonio, debe ser una unión perdurable.