Rainer Schimpf se salvó milagrosamente de la muerte la semana pasada, luego de que un cetáceo lo atrapara con su boca en las costas de Port Elizabeth, Sudáfrica.
El ambientalista narró que “había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces, pingüinos y cormoranes que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde surgió súbitamente“.
En eso sintió presión alrededor de la cintura y, dice, “supe inmediatamente lo que estaba pasando.
“Sólo fueron unos segundos hasta que el rorcual se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme”, contó aliviado.
El impresionante hecho fue registrado por parte de la esposa del buzo y de un fotógrafo, quienes estaban en el lugar.
En las imágenes, las piernas de Rainer Schimpf se asoman por fuera de la boca de la ballena, que por lo general es muy difícil de fotografiar ya que es un espécimen muy raro.
Sin embargo, ante esta experiencia el activista no cambió su itinerario y después de que sus acompañantes verificaran que “no tuviera ningún hueso o costilla rota”, volvió al agua.
Con 20 años de experiencia en el mar, el hombre de 51 años tiene ahora mucha más claridad de los peligros a los que se expone.
Explica que es muy consciente de que “los predadores como las ballenas o los tiburones, embisten a sus presas y mucha veces nuestra visibilidad está muy reducida“.
Pero, aclara, que su “determinación en garantizar al medio ambiente la mayor atención y protección, sigue intacta (…) y si debiera volver a nacer me gustaría hacerlo como ballena”.
Hasta el momento el vídeo con las fotografías de su increíble episodio ya registra más de un millón de vistas.
