51 estudiantes que fueron tomados como rehenes y amenazados en un autobús cerca de Milán por su conductor, se salvaron de morir gracias a la actuación de la policía italiana.
“Es un milagro, podría haber sido una masacre. Los carabineros han actuado en forma excepcional, bloquearon el autobús y salvaron a todos los niños”, explicó Francesco Greco, el fiscal de Milán, en el norte de Italia.
El chofer es de origen senegalés, fue arrestado por los cargos de “toma de rehenes, masacre e incendio”, con el agravante de “terrorismo”.
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El hombre explicó durante el interrogatorio que deseaba “llamar la atención sobre las consecuencias de las políticas migratorias”.
“Perdí a tres hijos en el mar”, afirmó el conductor durante la toma de rehenes, según el testimonio de un adolescente, difundido por las redes sociales de los medios italianos.
