Según los resultados que dio a conocer el Instituto de Ciencias Forenses sobre la necropsia que le practicó al cuerpo del joven Rafael Antonio Caro, de 16 años, quien murió en la base militar La Lizama, no se le hallaron rastros de otras heridas o señales de golpes.
Medicina Legal también reveló que en el cuerpo de la víctima no se hallaron rastros de otras heridas o señales de golpes, pues cabe recordar que la madre del menor, Dioselidia Álvarez, denunció que según el relato de su hijo los militares de la base La Lizama, supuestamente, lo agredieron y que por eso el joven reaccionó airadamente y se fue a buscarlos con un machete.
No se hallaron rastros de otras heridas o señales de golpes
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, informó públicamente que el militar “disparó contra el piso, no a la personas, pero en el rebote del proyectil fue herida la persona que posteriormente falleció” en un hospital de Barrancabermeja.
También, el fiscal general encargado, Fabio Espitia, aseguró que no existió “homicidio doloso”, pues el disparo “iba no dirigido contra esta persona”.
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