Las capturas se dieron en el barrio Brisas de Provenza, en donde los dos hombres de 21 y 23 años tenían bolsas que contendrían caramelos, por su colorido empaque, pero en realidad se trataba de dosis de alucinógenos.
Luego de conocerse la ley que busca combatir el consumo de alucinógenos en parques, escenarios deportivos y escolares, la Policía metropolitana de Bucaramanga entregó un balance de lo que se ha hecho hasta el momento para combatir el microtráfico.
La policía, mediante actividades lúdicas, ha llegado a más de mil niños a quienes ha graduado en fortalecimiento de toma de decisiones y sano esparcimiento, cuyo objetivo es alertarlos sobre los peligros a los que se ven expuestos en caso de aceptar una dosis de cualquier tipo de sustancia psicoactiva.
