Una banda dedicada al hurto de baterías de las antenas de telecomunicación fue desarticulada por la policía de Santander. Los capturados viajaban por todo el departamento en búsqueda de nuevos lugares para delinquir.
“Los ácidos”, como era conocida la banda, recorrían el departamento de Santander en busca de torres de comunicación para extraerle algunos elementos, claves para su funcionamiento.
Una mujer era la encargada de que la Policía del municipio en donde iban a delinquir se ocupara de otros asuntos para dejarle la vía libre a sus cómplices.
Cada torre hurtada dejaba ganancias superiores a los 50 millones de pesos, según las cifras entregadas por la Policía.
Los ácidos, conformada por 4 personas, fueron capturados cuando delinquían en Vélez. Sin embargo, tenían registro de la misma actividad delictiva en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y algunos de la costa atlántica.