En lo corrido del actual cuatrienio se han instalado más de 1.200 cámaras en puntos críticos, incluyendo aquellos considerados como ollas del microtráfico. Con esto se ha conseguido propinar duros golpes a los procesadores y comercializadores de sustancias ilícitas, y disminuir su consumo, especialmente entre la población joven.
Los equipos de monitoreo, que permiten una cobertura 180 grados, han permitido mejorar la percepción de seguridad en los puntos más críticos, hasta el punto de que hoy la Villa de Los Caballeros puede ser visitada sin temor por los turistas.
La herramienta tecnológica para reforzar la vigilancia por parte de los agentes de orden público, ha beneficiado a 107 barrios y la mayoría de zonas estudiantiles.
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