Dramáticas escenas se vivieron en el momento en que se confirmó que una mujer había muerto en el incendio. Sus compañeros de trabajo comprobaron que la muerte la sorprendió cuando hizo un alto en su jornada laboral para dedicarlo al almuerzo, sin salir del local, como era su costumbre.
Gladys Carrascal de 65 años, según cuentan quienes la conocieron, era una tapizadora que laboraba desde hace 4 años en la fábrica de muebles, y como de costumbre llevaba el almuerzo a su trabajo para no tener que salir a la calle en su hora de descanso. Fue precisamente en ese momento cuando las llamas la sorprendieron.
Sus compañeros de trabajo al no verla entre las personas que estaban siendo atendidas por los bomberos, comenzaron a preguntar por ella.
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Ante la duda de los trabajadores de la fábrica de muebles los bomberos entraron de nuevo al lugar y encontraron el cuerpo de la mujer.
Su esposo y su nieto llegaron al lugar para intentar hacer el reconocimiento del cadáver, pero solo pudieron comprobar que Gladys Carrascal había quedado completamente calcinada. Una muerte que llenó de angustia al hombre, que de rodillas y a grito herido lamentó el momento en que las llamas acabaron con el amor de su vida.
