A pocas horas de iniciar la medida de aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno Nacional en el país, conocimos el drama que vive una psicóloga boyacense que llegó hace unos días a la capital santandereana para cumplir con unas citas previstas con sus pacientes.
Yuly Pallares, es psicóloga de profesión, y pensaba regresar hoy a Tunja para encontrarse con su familia y pasar está cuarentena unidos. Al llegar a la Terminal de Transporte de Bucaramanga, conoció de que no hay despacho para ciertos lugares de Colombia, entre ellos, su destino.
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“Es algo terrible, porque al menos el gobierno hubiera habilitado las vías para los que sí venimos a trabajar más no de paseo… La idea era que estuviéramos ya en nuestra residencia”, dijo con voz entre cortada Yuly, quien solo vino a Bucaramanga a trabajar y en menos de una semana, la situación se agrava en todo el país.
La mujer que no tiene familia en Bucaramanga, espera por lo menos, conseguir un transporte informal que la acerque a su hogar, de no ser así, tendrá que permanecer en la ciudad, lejos de su familia.
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Otras de las situaciones a las que se enfrenta Pallares, es el cierre de fronteras del departamento anunciada por el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, para evitar el contagio del Coronavirus. Los departamentos con los que limita Boyacá son Cundinamarca, Casanare, Arauca, Santander, Meta y Antioquia.