Un hombre de 61 años perdió la movilidad de sus piernas en un accidente de tránsito ocurrido hace más de dos años, y hasta el momento nadie ha respondido por su situación. El responsable del hecho sigue conduciendo por las calles de Bucaramanga.
Jugar al fútbol era una de las aficiones de Henry Herrera Osorio, quien ahora se tiene que conformar con ver los partidos, porque sus piernas ya no le funcionan. El 14 de julio de 2016 un carro lo atropelló en la calle 36 con carrera 29, cerca de la Concha Acústica de Bucaramanga.
Henry estuvo 30 días en la unidad de cuidados intensivos y cinco meses más internado en una clínica hasta que los médicos le dijeron que no había esperanza de que recuperara la movilidad en sus miembros inferiores.
Han pasado más de dos años desde el día del accidente, y hasta el momento nadie le ha respondido por su situación.
La salud de Henry a veces se complica, necesita pagar terapias y el bolsillo no da para tanto, porque ni él ni su esposa tienen trabajo.
El juicio contra el conductor que lo atropelló, un joven de 24 años, se suspendió y nada se volvió a saber del proceso.
Henry, que sale solo una vez a la semana de la casa, seguirá a la espera de que la justicia, divina o terrenal, falle a su favor.
Lea también: Balance negativo deja marcha estudiantil
