Desde muy niño César Augusto sintió ese llamado a servir a la comunidad. Criado en una humilde familia, aprendió a dar lo mejor de sí para ayudar a quienes lo necesitaban. Esa vocación la empezó formando parte de la familia de los nazarenos del municipio dulce, institución en la que era uno de sus miembros más apreciados.
Los florideños sienten el dolor de esta irreparable pérdida. por eso la alcaldía izó a media asta las bandera para unirse al duelo que embarga a la familia Ojeda, cuyo cabeza mayor se desempeña como alférez del tránsito del municipio.
Desde ayer se advierten las diferentes muestras de apoyo y condolencia a la familia del joven desaparecido, a la vez que la comunidad entera rechaza el vil asesinato y el las otras 20 víctimas inocentes que anhelaban servirle al país.
Durante la jornada se realizó una abrazatón, consistente en darles un abrazo fraterno a los uniformados de la policía, como símbolo de duelo y respaldo.
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