“Busquen escapar” alertaba un jíbaro por presencia de la policía en una ‘olla’ en el norte de Bucaramanga

Un importante golpe dio la policía a un grupo de delincuentes que se dedicaban a la dosificación y comercialización de sustancias estupefacientes en el ciudadela Café Madrid, en el norte de Bucaramanga. En el operativo fueron incautados celulares, arma de fuego, cigarrillos a base de marihuana y cocaína, entre otros elementos.

El primer obstáculo a superar para lograr el resultado operativo, estaba enfocado en el campanero, un sujeto que se encontraba a pocos metros de lo que sería el centro de acopio, donde se almacenaba considerables dosis de alucinógenos.

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Una vez los uniformados conocen la información, se despliega un operativo interesante, que requirió del apoyo de más patrullas del sector, quienes rodearon la casa donde se ocultaría “el campanero” después de dar aviso a sus cómplices, quienes se encontraban al interior en la tarea.

Cuando el campanero se percata que tiene encima varios uniformados intentando capturarlo, se da a la huida, exclamando lo que sería la voz de alerta para que los demás integrantes de este grupo: “busquen escapar”.

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Cuando esta persona es alcanzada por los efectivos, intenta cerrar la puerta de la casa donde se pretendía refugiar frente a ellos, con tan mala fortuna que ya la flagrancia se había tipificado al observar los uniformados que allí existía todo un acondicionamiento para la fabricación de dosis de estupefacientes en vez de ser habitable.

“A simple vista los uniformados observaron, elementos para la reducción de las dosis como: licuadoras, coladores, grameras, papel aluminio, envolturas, bolsas plásticas transparentes, así como el siguiente estupefaciente: 89 cigarrillos ya elaborados, de marihuana, un paquete compacto, forrado con vinipel, que contiene marihuana, con un peso aproximados de 500 gramos, 100 dosis de base de cocaína, dos barras compactas de base de cocaína, con un peso aproximado de 50 gramos cada una, lo que equivaldría a 100 dosis más de cocaína”

También fue incautado dinero producto de la venta y un revolver calibre 38, el cual estaba arrojado en la sala de esta vivienda, con el que se presume el campanero prestaba seguridad de “la olla”. Tres equipos celulares fueron también decomisados, con los que se presume igualmente que serían utilizados para tomar pedidos y comercializar la droga.

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