Colombia perdió su primer encuentro en la era de Carlos Queiroz. El portugués considera que los dos primeros juegos, ante Japón y Corea del Sur, sirven para ir plasmando un estilo y una identidad de juego que, con el transcurrir del tiempo, empezará a dar sus respectivos frutos.
Más allá de los resultados, este microciclo de la selección Colombia comienza a denotar un nuevo camino para los jugadores que pretenden mostrarse con el combinado nacional, pero también para aquellos hombres de experiencia, quienes empiezan a interpretar el mensaje de Queiroz, camino a la Copa América y las eliminatorias al Mundial.
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El portugués empleó módulos diferentes en cada encuentro. En el primero utilizó un tradicional 4-4-2, mientras que ante Corea empleó un 4-2-3-1, en busca de alternativas de juego y llenándose de razones para próximas convocatorias.
Por ahora los resultados pasan a un segundo plano. El cuerpo técnico tendrá que sacar sus propias conclusiones luego de una gira en la que quedaron en evidencia algunos altibajos, y con la sensación de que el equipo nacional tiene elementos de juicio para seguir siendo protagonista en el fútbol suramericano.
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