Verónica Hipólito es una deportista paralímpica brasilera que desde los 14 años ha vivido una verdadera carrera de obstáculos. En cuatro cirugías le han retirado más de 200 tumores, y con las secuelas de un derrame cerebral a sus espaldas, esta joven de 22 años volverá a competir para mejorar su marca y engrandecer su historia.
Verónica es velocista y participa en la categoría denominada T38, que corresponde a deportistas con parálisis cerebral o enfermedades que afectan la movilidad.
Su Historia
La joven recuerda lo que pasó a sus 14 años, cuando una mañana se despertó y tenía “medio cuerpo paralizado y muchas dificultades para hablar”, y aunque muchos médicos le dijeron que no volvería a caminar, encontró en el atletismo su forma de demostrar que todavía tenía mucho qué dar, y tres años después, a sus 17 años, ganó el título de campeona del mundo de los 200 metros en su categoría.
Pero la historia de la atleta daría un giro cuando faltando quince días para el comienzo de los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, le diagnosticaron ‘poliposis adenomatosa familiar’, un síndrome poco común que dejó en su intestino más de doscientos tumores considerados “graves”.
Apoyo de su familia
Verónica tiene una gran actitud para superar las malas noticias y no duda en decir: “enfocarse en la solución”: “Hay un problema, hay una solución, me enfoco en la solución, entreno”.
Después de múltiples tratamientos y procedimientos médicos, la joven atleta volvió a las pistas del centro paralímpico brasileño, en Sao Paulo, donde entrena todos los días pues su meta es llegar a los próximos Juegos Paralímpicos en Tokio 2020.
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Para esta luchadora, el apoyo de su familia ha sido crucial en todo el proceso que ha vivido en su corta vida llena de altibajos, pero también con grandes triunfos.
“Yo muchas veces lo pienso: si no fuera por mi madre y mi padre que siempre me dijeron que debía dar lo máximo y no dejar que los demás me pusiesen límites, yo ahora estaría en una cama para que me dieran de comer y no habría sido campeona mundial”.
