Un gol de Vanegas llevó a los pastusos al desempate desde el punto penalti. Pero luego se dejó provocar de Viera en el quinto y definitivo cobro para su equipo. Lo mandó callar, se salió del partido y terminó mandando la pelota por encima del arco.
Así es la vida, así es el fútbol. El mismo jugador que devolvió a la vida al Deportivo Pasto, Ray Vanegas, fue el que terminó dándole la novena estrella al Junior de Barranquilla. En esto también juega la experiencia.
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La fiesta se vivió más en el momento previo que en los 90 minutos, con más de 100 buses recorriendo el país de sur a norte y de norte a sur, con destino a la capital.
Fue un partido duro, en el que se pegó mucho (el árbitro Carlos Betancur, de buena actuación, sancionó 31 faltas, 15 del Pasto y 16 del Junior), en el que no hubo mayores acercamientos a los arcos, en el que al Junior le costó encontrar, como le había pasado en el Metropolitano, las vías para acercarse al arco de Neto Volpi.
Con información de El Tiempo