11 días después de haber salido de casa María Fernanda Porras Rincón y su amiga, fueron halladas finalmente en una autopista de Bogotá. Orlando Santos las encontró cuando caminaban con rumbo al terminal de la capital colombiana y lo único que las acompañaba era una botella de gaseosa.
Una historia al parecer rebuscada fue utilizada por las menores para intentar convencer a Orlando de que las llevara al terminal de Bogotá, en donde según ellas las estarían esperando para entregarles un dinero.
Durante el trayecto llamaron al novio de una de ellas, quien casualmente estaba en Bucaramanga con el fiscal que llevaba el caso, por lo que se procedió a actuar de inmediato para ubicarlas.
Tal como indicó el Fiscal, Orlando llevó a las menores al terminal de Bogotá, y allá las entregó a la Policía.
Una de las menores manifestó a Orlando tener una mala relación con su madre y aseguró que constantemente aguantaba hambre, motivos por los que se habría escapado de la casa. La decisión fue compartida por la otra menor, este de 15 años, para no dejarla sola.
Lo cierto del caso es que María Fernanda y su amiga encontraron un ángel de la guarda en Bogotá que las libró de los peligros a los que pudieron estar expuestas.
Ahora habrá qué esperar a que las adolescentes regresen a Bucaramanga para conocer con exactitud cómo llegaron a Bogotá y cuáles fueron las razones reales que las motivaron a tomar la decisión.
