Luis Alberto Díaz Vargas salió como todas las mañanas a trabajar en un cultivo de guanábana en la vereda San Rafael, de Girón, cuando estaba realizando sus labores sintió una picadura en el cuello, que a los pocos minutos le hizo brotar el cuerpo.
Su esposa y padre lo llevaron rápidamente al Hospital de Lebrija, un viaje que duró unos 40 minutos aproximadamente, el hombre aparentemente iba estable; de hecho, hasta se valía por sí mismo.
Los médicos de Lebrija decidieron remitirlo al Hospital Universitario En Bucaramanga; sin embargo, los familiares Luis Alberto Díaz denunciaron que el hombre de 28 años ya estaba muerto cuando tomaron esa decisión.
Para la familia de la víctima resultó extraño que durante el trayecto de Lebrija a Bucaramanga, el personal médico en la ambulancia, les hizo una serie de solicitudes.
Allegados a Luis Alberto esperan que su muerte se aclare. Mientras tanto el cuerpo del hombre que falleció por lo que parecía una simple picadura de la araña, será velado y sepultado en Lebrija.