La policía de Santander incautó una encomienda en la que transportaban pólvora negra, lo que representaba una bomba de tiempo, pues en cualquier momento pudo haber estallado.
En el kilómetro 50 de la vía que de San Gil conduce a Bucaramanga fueron encontradas las 10 cajas que en su interior llevaban 1.500 tarros plásticos en los que se escondía la pólvora, que por no ser transportada con las normas exigidas de seguridad presentaban un gran peligro para quienes se movilizaban en el vehículo de servicio público.
La mercancía, avaluada en 6 millones de pesos, fue puesta a disposición de la Fiscalía.
Ahora la policía está indagando para determinar cuál era el destino de la pólvora y sancionar a los responsables.
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