Para algunos ciudadanos, las fotomultas, en su momento, sirvieron para que las calles y otros sitios no establecidos para parqueo de vehículos se mantuvieran en orden. Sin embargo, desde que desaparecieron las vigilantes y controvertidas cámaras, muchos olvidaron las normas que regulan el estacionamiento en vía pública.
“Desafortunadamente nosotros somos muy indisciplinados y no hay esa cultura del parqueo“, manifestó Erasmo Gómez, un ciudadano de Floridablanca.
“No hay una cultura, la gente se para a comer y a hacer sus cosas y se parquea en cualquier lado y no usan los parqueaderos”, Andrés Sanabria.
Algunos comerciantes entrevistados consideran que el mal estacionamiento de los vehículos afecta sus negocios.
“Muy afectados porque hay muchas personas que se quedan ahí y los buses empiezan a pitar y eso también nos afecta mucho”, manifestó Natali Lemus.
“Usen los parqueaderos porque para eso están, para que vayan tranquilos a mercar”, Mabis Camelo.
Otros atribuyen la falta de cultura en este sentido a que no se realiza un proceso formativo desde las instituciones educativas en cuanto a las normas que rigen el tránsito.
“No hay cultura, no estamos llegando a las escuelas, colegio o universidades a aprender cómo vivir, la cultura de tránsito, del respeto”, Eduardo Rodríguez.
Mientras son muy pocos los que extrañan las controvertidas fotomultas, se advierte que existe consenso en cuanto al respeto que se tener por el espacio público.
