Luego de que combinaran varios insecticidas para fumigar plantaciones de aguacates en una finca ubicada en la vereda Capellanía del municipio de Charalá, provocó la muerte de miles abejas.
Cerca de una 560.000 abejas de siete colmenas murieron por la fumigación de plantaciones en la finca El Rosal, a causa de las de las ‘bombas’ que utilizan los agricultores para controlar las plagas en los cultivos.
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La Corporación Autónoma de Santander, CAS, hizo un llamado a los campesinos ya que estos insecticidas caen a las flores donde las alimentas se alimentan del polen.
“Las abejas están tomando el néctar de la flor diariamente y poco a poco se van envenenando, porque los pesticidas permanecen en la planta durante mucho tiempo. Lo que desconocen algunos agricultores es que al usar estos agroquímicos en sus cultivos en época de floración o cerca a los apiarios puede provocar su muerte”, indicó el profesional de la CAS, el ingeniero Javier Ariza López.
Las abejas y polinizadores están muriendo en Santander por el uso indiscriminado de agroquímicos al fumigar los cultivos y especialmente cuando hay flores, las abejas entran en contacto con los pesticidas, llevando estos venenos a sus colmenas. pic.twitter.com/BZcytPKBA0
— CAS (@CAS_SANTANDER) May 6, 2020
Por otra parte las autoridades ambientales, pidieron a los campesinos coordinar las acciones para evitar la muerte de abejas.
“Recordamos que las abejas realizan una labor muy importante ya que son las encargadas de polinizar la mayoría de los cultivos de donde sale nuestra comida, y gran parte de la formación de frutos y semillas se debe a ellas”, añadió el ingeniero.