En contraste con las plazas de mercado, donde se instalan controles para ingresar, en las afueras y en el espacio público en general se ubican los vendedores informales, y muchos de ellos, al igual que sus eventuales clientes, no cumplen con los protocolos de seguridad.
En el centro de Bucaramanga se puede confirmar fácilmente esta situación.
Le puede interesar: Preocupación por posibles pacientes asintomáticos en las calles de Bucaramanga
El Ministerio de Salud ha dicho que una de las ocupaciones más afectadas por la covid-19 es la de los trabajadores informales.
Aunque existe la preocupación por las aglomeraciones que se presentan en los espacios públicos, algunos de esos comerciantes aseguran que cumple con las medidas que se requieren para ejercer su oficio.
Aunque podría generar temor el estar en continuo contacto con las personas, ellos son conscientes de que el cuidado depende de cada uno y se mantienen en alerta ante cualquier síntoma que se presenten a su alrededor.
Algunos transeúntes fueron contundentes al señalar que no hay controles en las calles y que la situación se le salió de las manos a las autoridades.
En días pasados el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, fue enfático en señalar que podría generarse un cierre en sectores como el centro de la ciudad si continúan presentando casos de irresponsabilidad de personas que no tienen en cuenta los protocolos y hasta se burlan de ellos.
Le puede interesar: Riesgo de contagio en el transporte público y mototaxismo en Bucaramanga
