Los gremios económicos y los comerciantes de Bucaramanga celebraron la determinación del alcalde Juan Carlos Cárdenas de eliminar la medida del pico y cédula en la ciudad y flexibilizar el toque de queda.
Así mismo exhortaron a los otros mandatarios a unificar criterios para la reactivación de la vida productiva.
Según Alejandro Almeyda, presidente del Comité de Gremios de Santander, las nuevas disposiciones se constituyen en un alivio para el sector que ha sido uno de los más golpeados en la región durante el extenso periodo de aislamiento obligatorio.
“Ya son más de 4 billones de pesos en pérdidas”, “más de 15 mil negocios en Bucaramanga han cerrado sus puertas” y “cientos de personas están aguantando hambre”, añadió Almeyda.
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De igual forma, les solicitó a los demás alcaldes del departamento, considerar la decisión en vista de la grave crisis económica generada por la pandemia.
Propietarios, administradores y empleados de los diferentes locales y negocios del centro de la capital santandereana son los más optimistas con la decisión de levantar el pico y cédula.
No obstante, aseguran que es necesario tomar todas las precauciones para mitigar el riesgo de contagio en el interior de los establecimientos.
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