Hasta la vereda Palmeritas de Santa Rosa sur de Bolívar llegaron los militares adscritos a la Quinta Brigada para destruir el laboratorio.
Según la investigación adelantada por el Ejército, estos laboratorios se pretendían expandir por la zona del sur de Bolívar por bandas que intentaban recuperarse de los golpes que las fuerzas militares les han propinado en los últimos meses.
El laboratorio conformado por tres estructuras en madera, avaluadas en cerca de 46 millones de pesos, dejaba ganancias mensuales por cerca de 3.600 millones de pesos.
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