Pito había ubicado su vivienda en una alcantarilla, donde después de recapacitar a lo largo de una década, decidió que estaba dispuesto a cambiar de vida y volver a la realidad. Pocas horas después de que Oro Noticias diera a conocer su drama, la secretaría de Desarrollo Social de Bucaramanga lo rescató y lo llevó a un centro de rehabilitación, donde ahora piensa muy en serio en todos esos objetivos que se propuso: estar al lado de su progenitora, abandonar el maldito vicio y estudiar y trabajar para ser un hombre de bien.
La vida de Javier Martínez dio un giro de 180 grados. Después de dormir en una cloaca, hoy descansa en una confortable cama, viste mejor, huele bien y aunque dudó sobre si podría realizar el cambio de rumbo, su deseo de mejorar le está permitiendo salir adelante.
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Pito se mantiene ocupado en la fundación, realizando diferentes actividades o haciendo deporte para distraer la mente. Desea aprovechar el tiempo al máximo y empezar de cero para mostrar que la vida si concede segundas oportunidades.
Pito, o Javier, como se le quiera llamar, señala que lo más sabroso de esta nueva vida es poder tomar una taza de café, degustar su comida favorita y beber el jugo de guayaba que dejó de saborear desde que cayó en las drogas.
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La alegría y el agradecimiento se reflejan en sus ojos, que no ocultan la esperanza de que su mamá lo vea rehabilitado, que pueda visitarlo y, de la mano de dios y de sus ángeles, cumplir pronto esos 12 meses que se requieren para salir victorioso y gritar que ha vencido las drogas para siempre.
Aunque Pito se encuentra en un lugar que le brinda todo, él requiere de elementos de aseo, ropa, la comida que le gusta… y la mano amiga de quienes quieran apadrinarlo en la fundación “No te Rindas”.
Mientras tanto, está convencido de que el plazo señalado se cumplirá muy rápido y podrá reiterarle su agradecimiento a la secretaría de Desarrollo Social que fue la encargada de rescatarlo de este lugar.
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