Y es que a los nuevos declarantes se les aplicaría una tarifa del dos por ciento, lo que significa que pagarían 120 mil pesos de impuesto de renta al año por ganar dos millones de pesos. La propuesta recibió de inmediato el rechazo de quienes estarían cobijados por la controvertida medida.
“Dos millones alcanza para lo básico y ahora nos quieren seguir quitando la platica, no es justo“, señaló un ciudadano de la capital santandereana.
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Algunas personas del común coinciden en que los impuestos deben afectar a quienes devengan grandes sumas y no a aquellos que trabajan para sobrevivir.
El llamado de la llamada clase media al gobierno es a que reconsidere la propuesta, teniendo en cuenta la difícil situación económica que vive el país y considerando que no resulta oportuno que se apliquen nuevos impuestos a quienes apenas intentan recuperarse de la crisis generada por la pandemia.
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