Las investigaciones sobre el atentado sicarial contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en Bogotá, siguen arrojando detalles inquietantes. Según reveló la periodista Darcy Quinn, el ataque habría tenido un costo de entre 800 y 1.000 millones de pesos y fue ejecutado por una red criminal conformada por al menos 12 personas, entre ellas dos mujeres.
La periodista, citando fuentes cercanas al caso, aseguró que esta millonaria suma habría sido invertida para planear y ejecutar el atentado, aunque al joven sicario —un menor de 14 años— le habrían prometido apenas 20 millones de pesos por disparar contra el senador. “Atención … entre 800 y mil millones de pesos se habría pagado por atentar contra Miguel Uribe y los implicados serían cerca de 12, al menos dos mujeres”, escribió Quinn en su cuenta oficial de X.
Las autoridades han logrado avances significativos en la investigación. Uno de los capturados es William González, quien conducía uno de los vehículos involucrados: un Volkswagen azul oscuro. También fue identificado un segundo automóvil, un Chevrolet Spark gris, ambos ya en poder de las autoridades.
Un hallazgo clave ha sido el teléfono celular del menor implicado, el cual pertenecía a alias El Costeño, señalado como el cabecilla de la estructura sicarial. El adolescente fue detenido en el lugar del ataque, tras ser herido por los escoltas del senador. Durante su captura, habría colaborado con información determinante para nuevas detenciones. “Yo les voy a dar los números. Déjenme levantar y déjenme darles los números”, dijo, según la Fiscalía.
También fueron capturados Katerine Martínez Martínez, alias Gabriela, de 19 años, señalada de entregar el arma y coordinar el traslado del menor; y Carlos Eduardo Mora González, de 27 años, conductor del vehículo desde donde se inició la operación. Ambos fueron imputados por tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
La Fiscalía reveló que la pistola Glock utilizada fue modificada para disparo en ráfaga y que las municiones estaban alteradas para aumentar su letalidad. Se investiga la participación de un segundo tirador y no se descarta que el atentado tenga nexos con estructuras criminales transnacionales, incluso con presencia en Ecuador.
El presidente Gustavo Petro y diferentes líderes políticos rechazaron enérgicamente el ataque. El Gobierno ofreció hasta 3.000 millones de pesos de recompensa por información que permita dar con el autor intelectual del atentado.
Miguel Uribe Turbay continúa bajo cuidados intensivos tras haber recibido tres disparos, dos de ellos en la cabeza. Fue sometido a cirugía por una hemorragia cerebral en la Fundación Santa Fe, donde permanece hospitalizado.