Un juez de conocimiento de Bucaramanga condenó a 33 años de prisión a Shirley Anaya, por su participación en el homicidio del subintendente Omar Enrique Torres Cuadros, investigador de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. Los hechos ocurrieron el pasado 18 de noviembre de 2024 frente a un bar del municipio de Floridablanca.

Según la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación, el crimen tuvo lugar en la carrera 10 #6-50, luego de un altercado entre la víctima y tres personas que se encontraban en una mesa del establecimiento. La discusión se habría iniciado cuando el uniformado expresó su incomodidad por el humo de cigarrillo en el lugar. Tras un cruce de palabras, y luego de que el policía llamara «babosa» a una de las personas involucradas, se desató una riña que terminó con una puñalada fatal al funcionario.

El caso fue calificado por el fiscal como homicidio agravado, y con base en grabaciones de cámaras de seguridad y otras pruebas, la Fiscalía logró demostrar la responsabilidad de Anaya en el crimen.

Además de la mujer, otras dos personas fueron capturadas por estos hechos: Expedito Figueroa, de 54 años, conocido como «Pedro El Escamoso», y Javier Ramírez Ramírez, quienes también fueron enviados a un centro carcelario.

Las autoridades confirmaron que, aunque la condena ya fue dictada, la defensa de Anaya podría apelar la decisión ante un tribunal superior.

El subintendente Torres Cuadros era miembro activo de la Sijín y se encontraba fuera de servicio al momento del ataque. Su asesinato generó rechazo en la institución y en la comunidad santandereana, donde era conocido por su labor investigativa.