El huracán Imelda avanza con fuerza en el Atlántico y mantiene en máxima alerta a las islas Bermudas. El fenómeno natural ha ganado intensidad en las últimas horas y amenaza con impactar el archipiélago con fuertes vientos, lluvias torrenciales e intensas marejadas.

De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Imelda se encuentra a 600 kilómetros al sureste de Bermudas y se desplaza hacia el noroeste con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora, lo que lo ubica en la categoría 1 de la escala Saffir-Simpson.

Las autoridades locales emitieron advertencias de huracán y pidieron a la población reforzar las medidas de prevención. Se espera que el ciclón se fortalezca a categoría 2 antes de tocar territorio bermudeño.

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El impacto de Imelda no solo se sentirá en Bermudas. En la costa este de Estados Unidos se prevén olas peligrosas y corrientes de resaca que afectarán a Florida, Carolina del Norte y Nueva York durante el fin de semana. Los expertos advirtieron que las condiciones del mar serán riesgosas incluso para embarcaciones pequeñas y actividades turísticas.

En paralelo, el huracán Humberto ha perdido fuerza y se degradó a tormenta tropical. Aunque su trayectoria se aleja de zonas pobladas, su interacción con Imelda mantiene un escenario complejo en la región.

Meteorólogos advierten que la presencia simultánea de ambos sistemas podría intensificar las lluvias y generar inundaciones costeras en áreas vulnerables. El NHC insistió en que la vigilancia debe continuar, ya que la temporada de huracanes en el Atlántico aún no alcanza su punto máximo.

En Bermudas, los servicios de emergencia han desplegado planes de contingencia, mientras que escuelas y oficinas permanecen en alerta para determinar posibles cierres. Los residentes han comenzado a abastecerse de agua, alimentos y linternas, siguiendo las recomendaciones de protección civil.

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Imelda es el cuarto huracán de la temporada en el Atlántico y su rápido fortalecimiento refleja las condiciones favorables del océano, con aguas cálidas y una atmósfera inestable que potencian el desarrollo de ciclones tropicales.

Los especialistas reiteran el llamado a no subestimar el fenómeno y mantenerse informados a través de canales oficiales. La vigilancia constante será clave para reducir riesgos y proteger a la población ante el paso de este nuevo huracán.