Una trágica escena rompió la tranquilidad de los pobladores del municipio de Buenos Aires, en el departamento del Cauca. A la altura del sector San Francisco, varios habitantes notaron algo extraño flotando en las aguas del río Cauca. Al acercarse, confirmaron sus sospechas: se trataba del cuerpo sin vida de un joven, hasta ese momento sin identificar.
El hallazgo fue reportado de inmediato a las autoridades, quienes trasladaron el cadáver a la morgue de un centro asistencial cercano. Inicialmente, fue ingresado como NN, ya que nadie en la zona reconocía al fallecido. Sin embargo, un tatuaje en uno de sus brazos se convirtió en la clave para revelar su identidad. Gracias a ese detalle, sus familiares pudieron reconocerlo y confirmar que se trataba de Johan Sebastián Anacona Daza, de 30 años.
Johan era oriundo del municipio de Bolívar, también en el Cauca, donde era ampliamente conocido por su talento artístico y su labor como trabajador de la construcción. Combinaba su oficio diario con una pasión profunda: la música. Su voz, carisma y humildad lo convirtieron en una figura apreciada por su comunidad, donde soñaba con abrirse camino como cantante.
Según versiones preliminares, Johan habría llegado recientemente al norte del departamento para trabajar en una obra civil. No obstante, esta zona está fuertemente controlada por grupos armados ilegales, entre ellos la estructura Jaime Martínez, una disidencia de las Farc que opera en la región y que impone restricciones de ingreso a quienes no cuenten con su autorización.
Le puede interesar: Vecinos denuncian intento de desalojo de gatos comunitarios en Cañaveral
Hipótesis que rodean su asesinato
Las autoridades manejan como principal hipótesis que Johan Anacona fue asesinado por haber ingresado sin permiso a un territorio bajo el control de dicha estructura armada. A pesar de que no tenía vínculos con actividades ilegales, su sola presencia en el área pudo haber sido considerada una violación de las restricciones impuestas por estos grupos, presuntas disidencias de las Farc estarían detrás del crimen. La víctima era conocida por su voz, su trabajo y sus sueños.
Su muerte ha generado una profunda consternación en Bolívar. Amigos, vecinos y familiares preparan homenajes y una despedida marcada por el dolor, pero también por la exigencia de justicia.
“Era un muchacho alegre, trabajador y con muchos sueños. Tenía una voz que alegraba cualquier reunión”, relataron personas cercanas a la víctima, quienes hoy alzan su voz para exigir garantías de seguridad para los jóvenes del Cauca que, como Johan, solo buscan salir adelante en medio de un contexto adverso.
El caso se encuentra en investigación y ha encendido nuevamente las alertas sobre la situación de violencia y control armado que se vive en varias zonas del departamento, especialmente en aquellas donde las disidencias imponen su ley con total impunidad.