El periodista mexicano Miguel Ángel Beltrán Martínez, de 60 años, fue hallado sin vida el pasado sábado 25 de octubre en la carretera entre Durango y Mazatlán, envuelto en una manta que acompañaba un narco mensaje: “Por andar levantando falsos a la gente de Durango”. Su muerte agudiza la ya grave situación de violencia contra los comunicadores en México.
Los hechos
Beltrán fue localizado en la zona rural del poblado de Río Chico, sobre la carretera Durango–Mazatlán, con evidentes signos de violencia y un mensaje amenazante. Según datos de la fiscalía estatal, el cuerpo fue identificado por su hijo el domingo 26 de octubre.
El mensaje que lo acompañaba señalaba directamente que su asesinato se vinculaba con su labor de denuncia: “Por andar levantando falsos a la gente de Durango”.
En días previos, Beltrán había publicado un video en el que analizaba la detención de un operador del grupo criminal Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las consecuencias de su caída en los enfrentamientos entre ese cartel y Los Chapitos, además de advertir sobre un posible aumento de la violencia en la entidad.
Trayectoria del comunicador
Beltrán colaboró con medios locales en Durango como La Voz de Durango y Contexto Durango. También fue vocero del sindicato SNTE en la región. En los últimos años migró su labor a plataformas digitales, manejando cuentas en Facebook y TikTok bajo el seudónimo “El Capo”, desde donde denunciaba actividades del crimen organizado y abusos de autoridades locales.
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Contexto nacional: la prensa en la mira
México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en el continente americano. De acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), Beltrán se convirtió en el noveno periodista asesinado en 2025 en el país, que ya se perfila como el año más letal para los comunicadores en los últimos tres años.
Las agresiones a periodistas que cubren temas de crimen organizado o derechos humanos siguen siendo sistemáticas y con alta impunidad.
Reacción institucional y exigencias
Organismos como Artículo 19 y RSF han urgido a las autoridades mexicanas, en particular a la Fiscalía General del Estado de Durango y a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), a investigar con rigor esta muerte, considerar como línea principal de investigación la labor periodística del víctima y asegurar protección a los medios locales. Hasta ahora, no se han dado a conocer avances públicos relevantes sobre el caso.
¿Qué está en juego?
La muerte de Beltrán pone en evidencia dos problemas centrales:
- El impacto letal que tiene para los informadores denunciar al crimen organizado o tratar temas sensibles en territorios donde el Estado tiene presencia débil o enfrentamientos con grupos armados.
La persistente impunidad y falta de respuestas efectivas del Estado frente a los asesinatos de periodistas, lo que genera un clima de autocensura y vulnerabilidad para la prensa.




