Una dramática escalada de violencia postelectoral ha sacudido Tanzania. Según declaraciones del principal partido de la oposición, CHADEMA, más de 700 personas han perdido la vida en apenas tres días de manifestaciones que estallaron tras las elecciones celebradas el 29 de octubre.
¿Qué ha ocurrido?
- Las elecciones, en las que la presidenta Samia Suluhu Hassan se presentó prácticamente sin oposición (durante las que sus principales rivales fueron encarcelados o excluidos) se convirtieron en el detonante de un estallido social.
- Las protestas se desataron en ciudades como Dar es Salaam y Mwanza, donde el vocero de la oposición, John Kitoka, dijo que iban unas 350 muertes solo en Dar es Salaam y más de 200 en Mwanza.
- En varios lugares se impuso un toque de queda, y se reportó un apagón de internet como parte del operativo para controlar la situación.
- Las autoridades no han ofrecido una cifra oficial unificada, y organismos de derechos humanos señalan que la cifra podría ser mucho mayor.
Antecedentes y contexto
Este episodio no ocurre en el vacío: desde que Hassan asumió el poder en 2021 tras la muerte de su predecesor, ha habido denuncias de represión sostenida contra la oposición. El hecho de que se haya permitido una elección prácticamente sin competencia viable, y que muchos líderes contrarios al gobierno hayan sido detenidos o impedidos de presentarse, ha generado fuertes sospechas sobre la legitimidad del proceso electoral.
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En el archipiélago de Zanzíbar también hubo fuertes acusaciones de fraude electoral: el partido opositor ACT‑Wazalendo denunció que las urnas fueron manipuladas, se permitió votar varias veces sin identificación y se expulsó a los observadores.
¿Por qué importa esto?
- Primero, porque estamos en un escenario en el que una gran cantidad de personas han perdido la vida en un país Africano en pleno proceso electoral, lo que representa un grave retroceso para la democracia, la libertad de expresión y los derechos fundamentales.
- Segundo, porque el apagón de internet y el toque de queda reflejan tácticas autoritarias que intentan controlar la narrativa y silenciar a los ciudadanos.
- Tercero, porque Tanzania, que había sido vista como un país relativamente estable en la región de África Oriental, ahora se enfrenta a una crisis de gobernabilidad y reputación internacional.
¿Qué sigue?
- Las organizaciones internacionales como Amnistía Internacional están recabando información in situ y advierten que “el número de muertos podría ser mucho mayor”.
- Es probable que, ante la presión, haya investigaciones internacionales sobre los abusos, la censura de internet y la integridad de los comicios.
- A nivel interno, el clima social está en tensión: las protestas siguen activas, y la opción de nuevas elecciones o de una transición más democrática se perfila como exigencia de la ciudadanía.




