Un profundo dolor embarga a la comunidad del barrio La Sierra, en la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá, luego del grave accidente registrado la noche del pasado sábado, donde un taxi perdió el control y atropelló a once personas, entre ellas varios menores de edad.

El hecho ocurrió hacia las 7:40 p.m., cuando el vehículo, conducido por un hombre de 56 años, se desplazaba a alta velocidad y terminó arrollando a un grupo de peatones antes de estrellarse contra un muro. Testigos relatan que el impacto fue tan fuerte que algunas de las víctimas salieron expulsadas varios metros.

Las autoridades confirmaron que el conductor se encontraba en estado de embriaguez en segundo grado, por lo que fue capturado en flagrancia. El coronel John Silva, comandante de la Policía de Tránsito de Bogotá, aseguró que “el dictamen determinó grados de alcohol en su organismo, lo que agrava la responsabilidad penal por conducir en ese estado”.

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Entre las once personas heridas hay cuatro menores de edad: un bebé de cuatro meses, un niño de siete, una niña de doce y un adolescente de quince años. Dos de ellos permanecen en condición crítica y con diagnóstico de muerte cerebral, según el parte médico entregado por los centros asistenciales donde fueron trasladados.

La tragedia ha causado conmoción en la ciudad y ha reavivado el debate sobre la irresponsabilidad al volante y las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol. Mientras las familias claman justicia, las autoridades continúan con la investigación judicial y anunciaron que el conductor enfrentará cargos por homicidio y lesiones personales bajo agravante de embriaguez.

La comunidad del sur de Bogotá, entre el dolor y la impotencia, elevó plegarias por la recuperación de los heridos y pidió a las autoridades reforzar los controles para evitar que tragedias como esta se repitan.