La Alcaldía de Bucaramanga inició la temporada decembrina con una estricta regulación al uso y comercialización de pólvora. A través del decreto 0853, expedido el 26 de noviembre por el alcalde encargado Javier Sarmiento, el municipio estableció nuevas restricciones que estarán vigentes hasta el 13 de enero de 2026 con el propósito de prevenir accidentes y proteger a niños, niñas y adolescentes.
La medida, que se implementa cada año, llega en esta ocasión con un llamado especial al cumplimiento. Durante la temporada anterior, la ciudad registró 13 personas quemadas, entre ellas cuatro menores de edad, cifras que la administración municipal espera reducir a cero.
Prohibición total en espacios públicos
El decreto establece la prohibición absoluta de la venta ambulante, manipulación y uso de pólvora en cualquier espacio público del municipio, incluidos parques, barrios y zonas rurales. También se restringe la elaboración y quema de los tradicionales “años viejos” que contengan elementos pirotécnicos.
“No se puede usar en ninguna calle de Bucaramanga. Nadie está autorizado para utilizarla indebidamente”, afirmó el secretario del Interior, coronel (r) Reynaldo Rojas Suárez, en entrevista con Blu Radio. Los únicos eventos permitidos serán aquellos desarrollados por profesionales certificados y previamente autorizados por la Secretaría del Interior, con acompañamiento del Cuerpo de Bomberos y pólizas de cumplimiento.
Sanciones y controles
La venta de pólvora queda prohibida para menores de edad, personas en estado de embriaguez o bajo efectos de sustancias psicoactivas. Quienes incumplan la medida se enfrentarán a sanciones económicas que rondan los $760.000, de acuerdo con el Código Nacional de Seguridad y Convivencia.
En caso de que un menor sea sorprendido manipulando pólvora, será puesto a disposición del defensor de familia o, en su defecto, de la Comisaría de Familia para el restablecimiento de derechos.
Los inspectores de Policía serán los encargados de llevar a cabo los procesos sancionatorios. Sin embargo, el secretario Rojas Suárez hizo énfasis en la corresponsabilidad de los hogares: “Más allá de las multas, la clave está en generar cultura desde la familia. Todo empieza cuando un padre accede a comprar estos elementos y los niños terminan siendo los afectados”.
La administración municipal insiste en que el objetivo es claro: lograr una Navidad y un inicio de año sin lesionados por pólvora. “La idea es que con esta restricción y el apoyo de las autoridades podamos minimizar y ojalá tengamos un reporte de cero quemados”, concluyó el secretario.




