Con la llegada de las vacaciones de fin de año y el aumento de actividades al aire libre, la EPS Famisanar hizo un llamado a las familias colombianas para reforzar el cuidado de la piel frente a la alta radiación ultravioleta que se registra en el país durante todo el año.

Viajes, caminatas, turismo, visitas a piscinas y jornadas prolongadas bajo el sol incrementan la exposición solar, incluso en días nublados. Esta situación eleva el riesgo de quemaduras, envejecimiento prematuro y enfermedades cutáneas que pueden generar consecuencias a largo plazo.

Según la entidad, la exposición prolongada al sol puede provocar daño celular en la piel, manchas, pérdida de elasticidad y la aparición de lesiones. Además, superficies como el agua, la arena y el cemento reflejan la radiación ultravioleta, intensificando sus efectos sin que las personas lo perciban de inmediato.

Famisanar también advierte sobre el aumento del riesgo de melanoma, uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos, cuando no se utiliza protección adecuada. De acuerdo con datos de la EPS, durante 2024 se registraron en Colombia más de 11.000 casos de cáncer de piel, con mayor incidencia en adultos mayores y en zonas de alta altitud, donde la radiación solar es más intensa.

Frente a este panorama, la EPS resaltó la importancia del uso correcto y constante del protector solar como una de las principales medidas de prevención. Este producto actúa como una barrera frente a los rayos ultravioleta, ayudando a prevenir quemaduras, retrasar el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de cáncer de piel. La entidad recordó que, aun en días nublados, una alta proporción de la radiación UV atraviesa las nubes y continúa afectando la piel.

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“El cuidado de la piel no debe verse como un asunto estético, sino como una acción preventiva de salud pública. La exposición solar sin protección, especialmente en temporadas de descanso, puede generar daños acumulativos que se manifiestan años después. Proteger la piel hoy es cuidar la salud del mañana”, afirmó Germán Darío Gallo Rojas, agente interventor de la EPS Famisanar.

La entidad enfatizó que niños y adultos mayores requieren cuidados especiales. En el caso de los menores, su piel es más fina y vulnerable al daño solar, mientras que en los adultos mayores suele ser más seca y frágil, por lo que se recomienda mantener una adecuada hidratación y vigilar la aparición de manchas o lesiones nuevas. Además, factores como el calor, la humedad y los cambios bruscos de clima pueden favorecer irritaciones, dermatitis e infecciones cutáneas.

Famisanar aclaró que las vacunas de temporada, como la influenza, pueden generar reacciones leves y temporales en la piel, como enrojecimiento o dolor en el sitio de aplicación, las cuales son normales y no interfieren con el uso del protector solar ni con las rutinas habituales de cuidado. No obstante, recomendó consultar al médico ante señales de alerta como lunares que cambian de forma, tamaño o color, lesiones que no cicatrizan o sangran, y erupciones persistentes o dolorosas.

Finalmente, la EPS invitó a desmitificar creencias erróneas sobre el bronceado, señalando que este no protege la piel ni es sinónimo de salud, sino una señal de daño. Asimismo, reiteró que el uso de protector solar es necesario durante todo el año y no solo en días soleados.

Famisanar reiteró su compromiso con la promoción del autocuidado y la prevención, e invitó a las familias a disfrutar de las vacaciones de fin de año protegiendo su piel y la de sus seres queridos, para que la temporada transcurra con bienestar y salud.