Frases como “tenemos una cita histórica con nuestro país, con el futuro de nuestros hijos. Militar venezolano, mañana tenemos una cita histórica con el pueblo“, “la violencia se la dejamos a otros, mañana (hoy) es reencontrarnos como pueblo, hablarle al mundo de los pasos que vamos a tomar para que cese la usurpación, lograr un gobierno de transición y una elección libre“, son algunos argumentos que se escuchan entre los opositores y oficialistas que saldrán este miércoles a las calles teniendo como telón de fondo la fugaz sublevación de 27 militares que desconocieron el régimen de Nicolás Maduro.
“Cada quien que salga en paz (…) el imperio quiere violencia, quiere enfrentamiento entre venezolanos, quiere caos, busca que Venezuela se divida (…) y hay grupos políticos de la derecha que le hacen el favor al imperialismo”, dijo el mandatario venezolano.
Aseguró que su Gobierno tomó “todas las medidas de seguridad” para este 23 de enero cuando se conmemora en Venezuela la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y para cuando la oposición ha convocado a masivas manifestaciones contra Maduro en Caracas y en los 23 estados del país.
Bombas
El líder chavista acusó al partido Voluntad Popular (VP), fundado y liderado por el opositor preso Leopoldo López, de haber atacado en las últimas horas con bombas molotov algunos monumentos e inmuebles, en medio de la treintena de protestas antigubernamentales que se desataron en barriadas caraqueñas.
El oficialismo marchará desde el este y el oeste de Caracas para respaldar a Maduro. Con todo, el líder chavista juró este mes su segundo mandato que lo mantendrá en el poder hasta el año 2025 y cuenta con el respaldo de los jerarcas de los poderes públicos, excepto del Parlamento que está en manos de la oposición y ha llamado a la Fuerza Armada a no reconocer al presidente.