Atlético Bucaramanga terminó con empate a dos goles ante La Equidad. Una campaña llena de altibajos, picos altos y profundos valles, que le dejaron por fuera de las dos finales del año, el primer semestre con 21 puntos y en el segundo con 25 unidades.
El cuadro auriverde cambió de técnico 4 veces, lo que a todas luces no le permitió continuar un trabajo serio y deportivamente viable, pagando en la cancha las consecuencias de la improvisación y el capricho personal con que se manejas los asuntos en la institución.
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Bucaramanga de sus 40 partidos jugados a lo largo del 2019, ganó 11, perdió 16 y empató 13, 46 puntos que le permitieron alejarse del descenso pero sin alcanzar siquiera una casilla en los cuadrangulares semifinales, lo que a la postre castiga de nuevo a su hinchada.
El nuevo técnico Willy Rodríguez y el recién nombrado presidente Óscar Upegui, tendrán que confeccionar una nómina mucho más que decente para volver a enamorar a la afición. La tarea desde ya, se presume de “alto turmequé”, conociendo las maneras que tiene el duelo del equipo a la hora de las contrataciones.
Deberán, entonces, Upegui y Rodríguez, encontrar las palabras adecuadas y el momento preciso para que Óscar Álvarez entienda que los resultados en el fútbol se logran con buenas nóminas, con procesos serios y continuos.