Con el fin de frenar el incremento de la accidentalidad en las vías de la ciudad, la Dirección de Tránsito de Bucaramanga inició la demarcación y señalización de las calles consideradas más críticas. Sin embargo, la comunidad piensa que hacen falta más medidas para evitar accidentes.
Cada día se presentan cuatro o cinco accidentes en los cruces de las calles 33, 34 y 35 con la carrera 24, principalmente por el exceso de velocidad o el irrespeto a las señales de PARE.
Desde hace varios días, el ente regulador señalizó la vía esperando reducir la accidentalidad en este sector álgido de la ciudad. Aun así, los usuarios de las vías piensan que se quedaron cortos, pues solo con la pintura en el piso no garantiza que se respeten las señales.
Además de solicitar que se instalen reductores de velocidad, los vecinos del transitado sector piden semáforos en las intersecciones viales. Según ellos, esto realmente permitiría que se redujera la alta accidentalidad.
Pero de nada vale que se instalen semáforos o reductores, si los conductores y motociclistas hacen caso omiso a las señales de tránsito. Lo que debe existir es un cambio de mentalidad en la manera de conducir.
