Una madre de familia que quiere decir que su hijo, un adolescente de 13 años no está recibiendo el tratamiento médico que le diagnosticaron hace dos años.
La salud del joven empera cada vez más y la EPS, según la mujer, se hace la de los oídos sordos.
Hace dos años a este joven de 13 años le diagnosticaron hepatitis autoinmune, una enfermedad que padece una de cada 5 mil personas en el mundo.
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Y pese a que venía recibiendo el tratamiento de manera puntual, desde hace unos meses se ha interrumpido.
La petición de la madre es una sola, que garantiza un hijo a su servicio de calidad y óptimo.
El joven actualmente está cursando 8 grados, sin embargo solo asiste al colegio cuando su estado de salud lo permite. No se puede borrar, no puede saltar y correr como lo hacen sus compañeros de clase, sin embargo abriga la esperanza de poderlo hacer algún día.
Bucaramanga 4 de septiembre del 2018
