El esperado encuentro entre Junior y Atlético Bucaramanga, disputado en la noche del lunes 18 de agosto en el estadio Metropolitano de Barranquilla, terminó en medio de disturbios que dejaron al menos 20 personas heridas, según información preliminar de las autoridades.
Los incidentes se registraron en la tribuna occidental alta, donde hinchas de ambos equipos protagonizaron fuertes enfrentamientos que obligaron a suspender parcialmente el compromiso. Videos e imágenes difundidas en redes sociales muestran escenas de pánico, entre ellas el momento en que un hombre, gravemente herido, tuvo que ser evacuado en camilla.
El partido, que concluyó con victoria para el equipo Tiburón en los últimos minutos, estuvo marcado por un ambiente de tensión y preocupación entre los asistentes. La promoción de boletería —que ofrecía dos entradas por el precio de una— permitió que el estadio luciera lleno, con presencia de familias, mujeres y niños que también se vieron expuestos a los disturbios.
Hinchas y jugadores coincidieron en criticar la falta de garantías de seguridad en los estadios del país. Uno de los aficionados del Junior expresó:
“En Colombia se preocupan más por llenar estadios que por la seguridad. Junior ganó y salimos aburridos. ¿Tú crees que una mamá que haya traído a un niño a este estadio va a regresar? El mercadeo debe basarse en la experiencia familiar”.
En el mismo sentido, Kevin Londoño, jugador del Atlético Bucaramanga, lamentó los hechos y cuestionó la prioridad que se le da al espectáculo por encima de la integridad de los aficionados:
“Lastimosamente en Colombia nos estamos preocupando más por cómo llenar los estadios, cómo vender a los jugadores y cómo hacer dinero, y ahí está la prueba. Lo que pasó en el Metropolitano refleja lo que sucede a nivel nacional: nos preocupamos por el espectáculo y no por las personas”.
Las autoridades locales anunciaron que investigan lo ocurrido y revisarán los protocolos de seguridad en el estadio Metropolitano para evitar que situaciones similares se repitan.