A sus 19 años, Andrés Felipe López Gutiérrez se ha convertido en orgullo de Cúcuta y ejemplo nacional tras obtener un puntaje perfecto de 500 sobre 500 en las pruebas ICFES Saber 11°. Su historia es una muestra de fe, disciplina y perseverancia que inspira a toda una generación.

“Quiero resaltar la fe en Dios, mi confianza, que cuando hay un propósito, ese propósito no se aparta de absolutamente nadie. Que nunca se rindan, que, si tienen un sueño, lo intenten una, dos, tres, las veces que sea hasta conseguirlo”, afirmó el joven.

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El camino de Andrés no fue fácil. Cursó sus estudios desde jardín hasta noveno grado en el Colegio Calasanz de Cúcuta, y posteriormente validó los grados décimos y once, preparándose durante meses para lograr su objetivo. “Nos levantábamos desde las seis de la mañana y hacíamos entre seis y ocho horas diarias de resolución de preguntas. Combinábamos teoría y práctica todos los días”, recordó.

Además de estudiar, Andrés trabajaba como auxiliar de caja en el Supermercado Los Montes, donde su compromiso también fue reconocido. “Nos llena de orgullo contar con personas como tú en nuestro equipo”, expresó la empresa a través de sus redes sociales.

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Su familia vivió con emoción el momento en que se enteró del resultado. “Yo los desperté a las dos de la mañana. No lo podían creer. Me abrazaron y fue algo muy hermoso”, relató.

El joven destaca que el secreto del éxito no radica únicamente en la inteligencia, sino en la constancia. “Lo más importante es la perseverancia. Algunos piensan que solo es inteligencia, pero no, eso es mentira. Hay que insistir, esforzarse y no rendirse nunca.”

Por su destacado desempeño académico, el alcalde de Cúcuta Jorge Acevedo le otorgó la Medalla Juana Rangel de Cuéllar, máxima distinción del municipio, en reconocimiento a su esfuerzo, dedicación y excelencia.

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Andrés sueña ahora con ingresar a la Universidad Industrial de Santander (UIS) para estudiar Medicina, carrera con la que espera servir y transformar vidas.

“Hay que tener confianza en Dios. Lo primero, lo segundo es dejarlo en todas las cosas. Él siempre recompensa a sus hijos”, concluyó con humildad el joven que hoy inspira con su ejemplo a estudiantes, familias y docentes de toda Colombia.