Desde hace más de dos décadas, una familia del barrio El Dorado convierte su vivienda en un escenario de fantasía y terror que atrae a cientos de curiosos cada mes de octubre. La conocida “Casa Embrujada”, ubicada en la calle 112 #32-59 (subiendo por el CAI Niza, más adelante de la plaza Satélite), se ha consolidado como una tradición local impulsada por la pasión de una familia que vive intensamente el Halloween.
La iniciativa nació del gusto de Néstor Sarmiento Arciniegas, tío de la actual dueña de la vivienda, quien desde muy joven mostró una afición por el arte, la decoración y lo paranormal. Su entusiasmo contagió a toda la familia, que hoy continúa con la costumbre de transformar la casa cada octubre en un escenario temático lleno de color, luces, figuras y sonidos.
“Esa tradición empezó por mi tío, que siempre ha sido apasionado por el Halloween y lo oscuro. Desde que era jovencito, alrededor de los 12 años, empezó a decorar. Ya se cumplen más de 20 años de mantener viva esta tradición”, contó una de las dueñas de la vivienda.
Cuatro meses de trabajo y creatividad familiar
La preparación para la decoración comienza desde agosto. En total, la familia dedica alrededor de cuatro meses a fabricar manualmente los muñecos, montar las estructuras y diseñar cada detalle. Este año, la temática elegida fue “la sala del terror”, un espacio donde predominan los cráneos, las calaveras, las brujas y los calderos, todo dispuesto para sorprender a los visitantes.
Algunos elementos decorativos fueron enviados desde Estados Unidos por un familiar, mientras que otros son elaborados artesanalmente por los Sarmiento. “Mi tío es el que diseña todo. Nosotros ayudamos con la pintura, el armado, la fabricación y el montaje. Él nos guía en cada detalle”, explicó.
La ambientación incluye efectos de humo, luces y muñecos con sonido, entre ellos una calavera gigante y un espantapájaros que emiten voces terroríficas. “Nuestra parte favorita es el ‘cuadro de la muerte’, donde hay una parrilla y un caldero con partes humanas. Es el lugar más posteable para las fotos”, agrega entre risas.
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Entre sustos, risas y tradición de barrio
Las reacciones del público son diversas. Algunos visitantes quedan fascinados, otros se asustan al encontrarse con figuras animadas o efectos de sonido inesperados. “Hay niños que lloran del susto, pero también otros que vuelven con entusiasmo para tomarse fotos. Lo más gratificante es ver la emoción y la sorpresa en las caras de las personas”, relatan.
Aunque algunos vecinos mantienen reservas por motivos religiosos, la mayoría de comentarios son positivos. La decoración, además, ha inspirado a otras familias del sector a sumarse a la celebración con telarañas, luces o dulces para los niños.
“Creo que hemos influenciado a los vecinos para que también mantengan esta tradición. Ya es algo que la gente espera cada año”, dice orgullosa la entrevistada.
Un legado familiar que trasciende generaciones
Para los Sarmiento, esta no es solo una decoración, sino una expresión artística y una forma de unión familiar. Cada integrante, desde el más pequeño hasta el mayor, participa en la planeación y ejecución del proyecto. “Nos apasiona el Halloween, los disfraces, los dulces y ver la alegría de la gente. Eso es lo que nos motiva”, afirman.
Este esfuerzo colectivo les ha valido reconocimiento incluso de medios locales. Años atrás, una emisora regional visitó la casa, documentó el montaje y compartió dulces con los niños del barrio. La familia bautizó su proyecto como “La Mansión Terrorífica de los Sarmiento”, y esperan que algún día pueda convertirse en un evento con propósito social o turístico. “Nos gustaría hacerlo benéfico, recibir donaciones de dulces o realizar actividades para los niños, pero aún no sabemos cómo gestionarlo”, comentó.
Al cierre, la propietaria deja un consejo para quienes deseen emprender una tradición similar: “Definan una temática clara. Halloween tiene muchas formas de expresarse, y lo importante es mantener una línea y una idea coherente para que todo luzca armónico”.
Finalmente, quiso resaltar la labor de su tío Néstor Sarmiento Arciniegas: “Sin él nada de esto sería posible. Él es quien ha mantenido este legado vivo durante tantos años”.
Invitación especial
La familia Sarmiento invita a todos los padres e hijos a disfrutar de esta experiencia única: “Queremos extenderles una gran invitación para este 31 de octubre a padres e hijos para que vengan a disfrutar de un rato agradable, tomarse fotos y pedir dulces en la casa del terror ubicada en la calle 112 #32-59, barrio El Dorado (subiendo por el CAI Niza). Los estaremos esperando. ¡Luce tu mejor disfraz! 🎃👻🍭”




