La reciente inauguración del nuevo colegio en Tibú, norte de Colombia, es mucho más que un acto simbólico; es el inicio de una transformación profunda para una comunidad marcada por la violencia y el abandono educativo. Shakira, quien ha sido una figura emblemática en la lucha por la educación de los más vulnerables, sigue demostrando con hechos su compromiso con el bienestar de los niños y jóvenes de Colombia.
El colegio entregado por la cantante es el resultado de años de trabajo conjunto con su Fundación Pies Descalzos, que ha sido clave en el desarrollo de proyectos educativos en algunas de las regiones más golpeadas por la pobreza y el conflicto armado. Tibú, un municipio ubicado en el Catatumbo, es uno de los lugares donde la violencia ha dejado huellas profundas en las generaciones más jóvenes, pero con la inauguración de este centro educativo, Shakira no solo está construyendo una infraestructura, sino también una esperanza para los niños y jóvenes de la región.
En palabras de los propios habitantes, este proyecto no es solo un edificio con aulas y pupitres, sino la posibilidad de acceder a un futuro diferente. “La educación es la única manera de cambiar nuestra realidad, y hoy tenemos una oportunidad real gracias a Shakira. Esto no es solo un regalo para nuestros hijos, sino para toda la comunidad”, comenta una madre de familia de Tibú.
Tibú es conocido por ser una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia. Las tasas de desplazamiento forzado, pobreza y falta de acceso a la educación de calidad son altísimas. En este contexto, la entrega del colegio es un rayo de esperanza. Para muchos, no se trata solo de un espacio físico donde se impartirán clases, sino de una oportunidad real de escapar de los ciclos de violencia y pobreza que han marcado la historia del municipio.