Las recientes declaraciones de Mhoni Vidente generaron revuelo internacional luego de que la astróloga afirmara que, en las próximas semanas, podrían registrarse terremotos de gran magnitud en distintos puntos del planeta, entre ellos Japón, Alaska, México, Chile y Ecuador, así como un movimiento moderado en California, Estados Unidos.

Según la vidente, Japón sería uno de los escenarios más sensibles, con un posible sismo que —de acuerdo con su interpretación astrológica— oscilaría entre 8.8 y 9.1 grados, un rango que representaría un evento sísmico histórico. Mhoni relaciona estas supuestas energías con el llamado portal del 11 de noviembre, que, asegura, habría intensificado la actividad planetaria.

Alaska también figura entre sus predicciones. La astróloga sostiene que el territorio podría convertirse en un “punto de quiebre” para fenómenos naturales de gran escala, con un sismo de entre 8.1 y 8.6 grados, que incluso podría tener repercusiones globales.

En el caso de México, Mhoni afirma que estados como Oaxaca y Michoacán podrían experimentar movimientos telúricos cercanos a 6.9 grados, producto —según su lectura— de la actividad sísmica del Pacífico. Aunque el país está acostumbrado a este tipo de eventos por su posición en el Cinturón de Fuego, las declaraciones generaron inquietud entre algunos sectores.

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La vidente también proyecta actividad sísmica en Sudamérica, específicamente en Chile y Ecuador. Para este último, menciona un sismo de aproximadamente 6.6 grados dentro del periodo que, asegura, está marcado por una “energía planetaria intensa”.

En Estados Unidos, advierte sobre un posible movimiento cercano a 5.1 grados en California, particularmente en la zona de la Falla de San Andrés, el cual estaría relacionado —según ella— con cambios vibracionales provocados por la apertura energética del 11 de noviembre y la supuesta influencia del meteorito 3i Atlas.

Sin embargo, es importante aclarar que estas afirmaciones no tienen respaldo científico. Los movimientos sísmicos no pueden predecirse con exactitud y las instituciones sismológicas internacionales han reiterado que no existe evidencia que permita anticipar terremotos mediante astrología, ciclos energéticos o fenómenos astronómicos de esta naturaleza.