Bucaramanga 3 de septiembre del 2018
13 familias de una comunidad indígena viven desde hace 2 semanas en el obelisco del viaducto de la novena.
Aseguran que llegaron a Bucaramanga buscando una niña que el ICBF les quitó y se ganan la vida vendiendo las artesanías que diariamente hacen a mano.
Son por lo menos 60 indígenas de la comunidad Yukpa de la Sierra de Perijá de Venezuela, quienes llegaron a Bucaramanga en busca de una niña que hace algunas semanas el ICBF le quitó a una de estas familias.
Aseguran que no regresarán a Venezuela a menos de que lo hagan con la menor.
Pasan sus días tejiendo sombreros, bolsos, canastos y otro tipo de elementos que cada día los hombres comercializan en las calles de Bucaramanga, aseguran que las ventas están mejor en Colombia.
Cuando llega la noche son los niños quienes van a las carpas, mientras que los adultos duermen al calor de las brazas, en las que preparan también sus alimentos.
Esta comunidad indígena seguirá tejiendo; eso sí, hasta que se les acabe su materia prima, aseguran además que Migración Colombia ya les pidió un censo exacto, para determinar cuántos de ellos están en Bucaramanga.
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