Las modalidades del fútbol sala, playa y femenino están en un proceso de gestación en el país. Estas disciplinas avaladas por la Federación Colombiana de Fútbol, requieren más de atención para terminar de madurar un proyecto que ha tenido algunas dificultades.
Para los dirigentes de la región, el camino de estas modalidades debe mejorar en Santander. No obstante, hechos como el retiro del patrocinador principal de la liga profesional del fútbol sala, pueden empañar un poco el proceso que se ha realizado en los últimos años.
Incluso, Real Bucaramanga, que ha sido el equipo con más títulos y participaciones en Copa Libertadores en nombre de la Liga Argos, acaba de perder la categoría e infortunadamente tendrá que competir en la división B en la temporada 2019. A esos hechos, hay que sumarle la preocupación que existe en la Liga Femenina, con un torneo profesional intermitente y con muchas dudas para el próximo año.
Todo pasa por falta de gestión, un hecho contradictorio del cual surge una gran inquietud: ¿En donde están los recursos que capta la Federación por concepto de auspicios y patrocinadores? con sumas millonarias que deberían destinarse en gran parte para ayudar a aliviar este tipo de necesidades en el balompié aficionado del país.
Lea también: San Andrés I. abre puertas al deporte de Santander