Ante el caos que ha aumentado en las últimas semanas en el centro de Bucaramanga, funcionarios de las Secretarías del Interior, Desarrollo Social, Salud y el Departamento Administrativo de la Defensoría Del Espacio Público, Dadep, en apoyo de la policía iniciaron controles para hacer cumplir las medidas de bioseguridad.
Esto con el fin de verificar el ‘Pacto Social’ firmado entre comerciantes formales e informales y la alcaldía. En los compromisos que pactaron se encuentran regular las dimensiones de sus mobiliarios, no ubicarse en las entradas de los establecimientos formales ni en las zonas demarcadas para los peatones.
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En cuanto a los formales, a no sacar sus productos para la venta en el espacio público, entre otras obligaciones.
“Este año la Alcaldía de Bucaramanga se tomó el trabajo de pensar en el vendedor. Gracias a Dios se hizo un pacto para hacer las cosas bien, en especial el comercio”, indicó Rafael Páez, presidente de la Corporación de Vendedores Informales de Bucaramanga – CORPOVIB.
En esta época en la que las ventas se incrementan en un 30 % o 40%, se busca recuperar de manera segura la actividad de los comerciantes quienes se vieron afectados por los cierres obligatorios debido a la contingencia por COVID-19.
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