El régimen de Nicolás Maduro manifestó su respaldo absoluto a Irán tras el ataque aéreo lanzado por Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, calificándolo como un “acto de agresión ilegal, injustificable y extremadamente peligroso”. En un comunicado oficial, el gobierno venezolano acusó a Washington de violar la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional, y advirtió sobre las posibles “consecuencias de proporciones incalculables” que podría generar este tipo de acciones para la estabilidad global.

La cúpula política y militar del chavismo ha intensificado en las últimas semanas su respaldo al régimen iraní. El comandante Estratégico Operacional, GJ Domingo Hernández Lárez, y el ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, se reunieron con el embajador iraní en Caracas, Ali Chegini, en un acto en el que proclamaron consignas como “¡Viva Irán, viva Venezuela, viva Chávez, viva Nicolás Maduro!”. Desde la sede diplomática, Hernández Lárez exigió el cese inmediato de “las acciones hostiles y arbitrarias de Israel”, patrocinadas —según él— por “el gobierno más genocida de la historia, Estados Unidos”.

Días después, líderes del oficialismo como Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez y Tania Díaz encabezaron en Caracas la “Gran marcha en contra de la guerra y a favor de la paz”, junto a representantes diplomáticos iraníes. Cabello aseguró que Irán “dio una respuesta en nombre del mundo” y celebró su derecho a la defensa frente a cualquier agresión: “Se le ha dado una cachetada al perro rabioso de Israel”.

Por su parte, el ministro Padrino López alertó que el conflicto en Medio Oriente podría expandirse hacia América Latina: “Eso viene para acá también”, advirtió, insinuando que Venezuela estaría bajo amenaza directa en medio de un escenario de posible tercera guerra mundial. Además, señaló al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu como un “genocida” con intenciones de dominar toda la región.

Desde los medios estatales venezolanos se publicaron también mensajes que desmienten la efectividad del ataque estadounidense, citando a parlamentarios iraníes que aseguran que “no hay daños graves” en las instalaciones bombardeadas.

Mientras tanto, la líder opositora María Corina Machado encendió la polémica al afirmar que Venezuela opera drones de combate iraníes desde la Base Aérea Libertador, en Aragua. La acusación fue desmentida por el régimen, pero el embajador Chegini reconoció la capacidad del país para fabricar dichos aparatos y defendió su uso como parte del derecho soberano a la defensa.