Un hallazgo que genera preocupación encendió las alertas de las autoridades y la ciudadanía en Bucaramanga. En inmediaciones de una estación de servicio ubicada en la Calle 31 con Carrera 21, en pleno centro de la ciudad, la Policía Metropolitana descubrió 68 barras de explosivo tipo Emulind-E, fabricado por Indumil, dentro de una caneca plástica azul abandonada entre escombros y material reciclable.
El material fue detectado durante una inspección de rutina, realizada tras la advertencia de un ciudadano dedicado al reciclaje en la zona. La caneca se encontraba a un costado de la estación de servicio DAGAR, un punto crítico dada la presencia de combustibles, lo que obligó a la activación inmediata de los protocolos de seguridad.
Explosivos vencidos y deteriorados
Según el informe del grupo antiexplosivos de la Policía Nacional, el material hallado corresponde a explosivos industriales del tipo Emulind-E, vencidos desde el 1 de diciembre de 2024 y en estado avanzado de deterioro. Aunque se descartó un riesgo de detonación inmediata, las autoridades advirtieron que el solo hecho de encontrar este tipo de sustancias en un entorno urbano representa un riesgo para la seguridad pública.
El Emulind-E es un explosivo de emulsión industrial utilizado legalmente en proyectos de minería o infraestructura, cuya comercialización y manejo está estrictamente regulado por las autoridades militares y civiles. Su presencia fuera de contexto plantea la posibilidad de un uso indebido o negligente, lo cual podría configurar un delito.
Posibles vínculos ilegales
El hallazgo ha generado inquietudes sobre el posible origen del material. La Policía no descarta que haya sido descartado intencionalmente por organizaciones ilegales, por mineros informales, o por terceros relacionados con actividades industriales al margen de los controles legales. También se investiga si existe relación con otras incautaciones de explosivos vencidos ocurridas en diferentes zonas del oriente del país en los últimos meses.
«Este tipo de hallazgos evidencia la necesidad de reforzar los controles sobre materiales explosivos y de fortalecer la coordinación interinstitucional para prevenir incidentes similares«, expresó un vocero de la Policía Metropolitana.
Reacción ciudadana y medidas de prevención
El hallazgo generó inquietud entre los comerciantes y residentes del sector, quienes alertaron sobre el riesgo que representa la circulación de explosivos, incluso en mal estado, cerca de estaciones de servicio o zonas con alta afluencia de personas. Las autoridades han intensificado las inspecciones en puntos sensibles como bodegas, recicladoras y estaciones de combustible, y han reiterado el llamado a la comunidad a reportar cualquier objeto sospechoso al número de emergencia 123 o a través de la línea de denuncia anónima.
“Debemos evitar que estos materiales circulen libremente o sean abandonados. La ciudadanía juega un papel clave en la prevención de riesgos”, subrayó la Policía.