El municipio de El Zulia amaneció de luto tras la trágica muerte de José del Carmen Jaimes Vergel, conocido por todos como “Homero, el montallantas”, un hombre trabajador y querido por la comunidad, que perdió la vida tras la explosión de un compresor en el taller donde laboraba.

El hecho se registró hacia las tres de la tarde del lunes festivo, 13 de octubre, en la vereda El Mestizo. Allí, Homero realizaba el mantenimiento de los neumáticos de dos tractomulas, cuando una falla mecánica en el compresor provocó una potente explosión.

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Testigos del lugar narraron que el estallido fue tan fuerte que sacudió la estructura de la vivienda donde funcionaba el montallantas, derribando parte de sus paredes.

“Voló casi dos metros al frente, el pie le quedó vuelto nada”, relató uno de los vecinos que presenció el trágico momento.

Homero, de unos 60 años, sufrió graves heridas en una pierna y una profunda lesión en el cuello, provocada por una pieza metálica que se desprendió del compresor. Aunque fue trasladado al hospital municipal, los médicos no pudieron salvarle la vida debido a la severa pérdida de sangre.

En el lugar también resultaron lesionados su ayudante y dos conductores, quienes recibieron atención médica sin mayores complicaciones.

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Un hombre sencillo y solidario

Homero había llegado al sector el 31 de enero de 2024 y, desde entonces, se ganó el cariño de los vecinos por su amabilidad, dedicación y disposición para ayudar a quien lo necesitara.

“Muy de vez en cuando lo visitaba una hija con sus nietos, fue la única familia que le conocimos”, contó un allegado.

Aunque era un hombre solitario, muchos lo consideraban parte de la comunidad. Fiel a su costumbre, cada día recibía a sus conocidos con una taza de café, gesto que se convirtió en su sello personal.

“Siempre me brindaba café, pero justo ese día me dijo que no tenía ni para eso… fue lo último que hablamos”, recordó con tristeza un amigo cercano.

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Una tragedia que deja dolor

El accidente generó conmoción entre los habitantes de El Zulia, quienes lamentan la pérdida de un hombre que dedicó su vida al trabajo y al servicio de los demás.
La comunidad pidió a las autoridades una mayor vigilancia en talleres y equipos de presión, para evitar que tragedias como esta se repitan.

Homero murió como vivió: trabajando y ayudando a otros, fiel a su oficio y al cariño de la gente que lo conoció.