El homicidio del reconocido comerciante Emiro Díaz Rincón en el municipio de Piedecuesta, Santander, ha encendido las alarmas entre la comunidad, especialmente entre los comerciantes del centro de la localidad, quienes denuncian un aumento de las amenazas, extorsiones e intimidaciones en los últimos meses.
El crimen, que está siendo investigado por las autoridades, generó consternación entre los ciudadanos que conocían a Díaz Rincón como un hombre honesto, trabajador y respetado por su labor comercial. Su asesinato ha sido interpretado por varios habitantes como un reflejo del creciente deterioro en la seguridad del municipio.
Un comerciante, que pidió mantener su identidad en reserva por seguridad, expresó su temor al acompañar a la familia del fallecido. “Estamos muy sentidos por lo que le pasó a don Emiro. Era una persona amable y muy colaboradora. No merecía morir así. Hoy nos sentimos desamparados, no hay justicia. No sabemos qué está pasando en Piedecuesta, ni el alcalde ni la Policía se pronuncian con claridad y eso nos preocupa aún más”, dijo.
De acuerdo con los denunciantes, las extorsiones a pequeños y medianos negocios se han vuelto cada vez más frecuentes, a pesar de que las autoridades locales tienen conocimiento de esta situación. La comunidad exige acciones concretas por parte de la Policía Nacional y la Fiscalía para frenar lo que consideran una escalada delictiva sin precedentes en la historia reciente del municipio.
“Nunca habíamos vivido esto en nuestro pueblo. Nos sentimos solos frente a esta ola de delincuencia que está afectando nuestras vidas y nuestros negocios”, agregó otro comerciante.